sábado

Poesía..

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú. ..

miércoles

El Cierre... en 10 pasos

Desarraigo.
Miro mi casa. Está sola. Oscura a veces, luminosa otras.
Siempre en paz.

Primer paso:
Lavo la ropa.. toda.
Las sábanas, las toallas.
Necesito limpiar espacios, eliminar olores y sabores.

Lo que no se ha entendido,
es que no es se trata de sacar "lo sucio"
sino sacar la energía de un otro,
que ya no habita en mi casa, en mi vida, en mi corazón.

Segundo paso:
Limpio y ordeno el baño.
Elimino cepillos de dientes que no me pertenecen,
cremas de afeitar, desodorante, seda dental.
Aparecen nuevos espacio no conquistados por mi desorden.
Ya habrá tiempo para eso.

Tercer paso:
Las fotografías. Tal vez ésta sea la parte más dura.
Son tanto los recuerdos y tantas las ilusiones que reflejan nuestros rostros,
que esta parte duele.
No es que las vaya a quemar, ni a romper.
No tengo valor para aquello.
Sólo las saco de vista. Las guardo en otro lugar fuera de casa.
¿Para qué? No sé.
Tal vez para que años más tarde, con el corazón más repuesto
tenga el valor de deshacerme de ellas definitivamente.
La excusa que tengo es que en las fotos no estamos sólo nosotros.
Hay también familia, amigos y otros que quiero recordar.
Pero tengo claro que son sólo excusas.

Cuarto paso:
Limpio el estudio.
Saco libros que no son míos,
notas con otras letras,
revistas de un desarrollo personal que no me interesa,
apuntes de una carrera que no estudié yo, aunque casi
a juzgar por todas las noches en vela, todos los textos que leí,
todos los trabajos en los que participé.

Quinto paso:
La despensa.
Ordenar, limpiar, botar todo lo que yo no consumo,
eliminar lo que no me gusta de lo que ahí hay.
Un legado: la buena alimentación.
Un agradecimiento: el vegatarianismo.
Claro que no tan extremo. No hay fiestas patrias sin empanadas.
No tengo problema con las excepciones. No soy militante.

Sexto paso:
Cortar con lo que nos une aún.
No más auto prestado,
no más llamadas, ni mails,
no más conversaciones acerca de nada.
Cada uno con su opción...
Y la mía, es lejos de lo que me daña,
y eso incluye la cercanía con un ser que pertecene ya al pasado.

Séptimo paso:
Limpieza de rutina.
Esto no duele, pero cuesta.
Llenar los momentos compartidos, que ahora son vacío.
Sonreir a la soledad y dar la bienvenida a los amigos.
Programar fines de semana, feriados y tardes de ocio,
para no dar espacio a la añoranza.
¿Añoranza de qué?
De la cotidianeidad, de la sensación de tarde de domingo,
en pijama, compartiendo... no sé,
quizás sólo la casa.
El momento de reporte diario del trabajo,
los almuerzos familiares, los desayunos de sábado sin prisa.
Empiezo a comprender que uno se encierra en el otro
con demasiada frecuencia.

Octavo paso:
Limpieza mental.
De pronto descubro que no estaba enferma, ni neurótica.
Que puedo cantar, porque me gusta,
sin temor a que a un otro le moleste.
Que puedo decir lo que pienso sin temor a ser descalificada,
que puedo manifestar cariño, sin temor al abuso.
De pronto, descubro que estoy bastante orgullosa de mi,
que no quiero cambiar,
porque no tengo por qué ser distinta de lo que soy.
Porque me gusta como soy.
Que no necesito de un psicólogo para que me trate de convencer
de algo en lo que no creo.
Que la ruptura fue un acto de supervivencia, de auto- cuidado
Hay que estar sana y ser fuerte, para tomar una decisión así.

Noveno paso:
Limpieza emocional.
Me libero y me limpio el corazón.
De dolores, de desamor, de abandonos.
Me lavo las heridas, no quiero deslealtad, ni amor a medias.
No es mi lenguaje, No lo comprendo y me hiere.
Tal vez, esta limpieza sea la más importante de todas.
Me limpio de lágrimas, me limpio de mi necesidad de huir,
me limpio de la sensación de ser un ínfimo punto sin valor.
Me limpio de la sensación de niña agredida y asustada.
Me limpio de la ironías, de las agresiones solapadas.
Y descubro que soy amable, querible, deseable, acariciable,
más de lo que jamás imaginé.
Y descubro que me gusta, y que no me conformo con menos.

Décimo paso:
Me preparo.
Porque la vida continúa, me preparo.
Esta vez, en lugar de llorar, remiendo mis redes,
parcho mi alma, y me preparo para el amor.
Quiero tener algo que ofrecer a quién golpea mi puerta...
Quiero poder descubrir y vivir el amor, libremente
sin heridas del pasado, sin temores, ni rencores.
Me preparo, porque me doy cuenta el mundo está lleno
de personas queribles, amables, deseables,
que entienden lo que yo por lealtad, por amor, por compañerismo.
Porque eso que escuché tantas veces, que nadie me iba a querer tanto como...
o que no iba a encontar otra persona mejor que...
No es cierto.
Entonces, me preparo.

...Arreglo mi cabello, me miro al espejo, me hago mimos,
sonrío porque es el comienzo...

"Total... todo es comienzo en la montaña"